El severo impacto del “bullying”
Buscando en el internet algunos conceptos
acerca de lo que significa este término relacionado con el abuso a otros en su
entorno social adolescente, me encontré con una respuesta que me pareció
contundente. Ella dice “la intimidación es un acto de conducta agresiva, esta
se repite con el fin de hacer daño deliberadamente a otra persona; puede ser de
manera física o mental. El acoso se caracteriza en un individuo por comportarse
de una determinada manera en el que se desea ganar poder sobre otra persona.
El “bullying” puede tener como autores tanto
a individuos como a grupos. Se caracteriza por un proceder sistemático y
estratégico.Suele extenderse por un periodo más o menos prolongado. El
“bullying” es un proceso de represión de problemas. Sus víctimas se sienten en
desventaja y se consideran las culpables de la situación. Puede tener lugar
tanto de forma directa como indirecta(a través de agresiones físicas o
psíquicas, o de intriga). Acechar y espiar en el camino de la escuela a casa,
perseguir, echar, dar puños o codazos, empujar y dar palizas. Marginarlos de la
comunidad escolar o clase. Inventar rumores y mentiras.
Juego sucio en el deporte y tender trampas.
Reírse del otro, hacer comentarios hirientes sobre él. Burlarse, mofarse
continuamente, tratar con sobrenombres. Tipos de “bullying” Físico: empujones,
patadas, agresiones con objetos, etc. Se da con más frecuencia en primaria que
en secundaria. Verbal: insultos, menosprecios en público, resaltar defectos
físicos, etc. Es el más habitual. Psicológico: minan la autoestima del
individuo y fomentan su sensación de temor. Social: pretende aislar al joven
del resto del grupo y compañeros”.
Vaya, vaya, me dije para mis adentros, parece
que esto de nuevo no tiene nada, excepto que apenas hasta ahora se le está
presentando la debida denuncia. Y es que aquello, que en mis épocas de muchacho
conocí, en el que los más fuertes le pegaban a los más débiles, y en la que se
obligaba a los pequeños a hacer lo que no querían, e incluso se les asignaban
nombres tales como “ La llorona Miriam; El orejón visco; La pecosa Teresa, La
gorda Maruja, etc., hoy toma vigencia ante el repudio de una sociedad que ojala
dé al traste con estos abusos que incluso han cobrado la vida de víctimas
inocentes, las que en el desespero, han tomado la triste decisión de hasta
despojarse de ella. No al abuso y si a la libertad para ser cada uno como cada
cual es.
Miami, Enero 16 de 2013
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