La lealtad y la gratitud van de la mano
Ser leal?, ser grato?, son estos dos un par
de conceptos de mucha importancia para la convivencia entre las personas,
aunque escasos en no pocas gentes. El ser leal significa corresponder,
retribuir, apoyar, y no declinar. Y el ser grato, implica más o menos lo mismo.
Algunos son leales y gratos y esto los hace dignos de encomio. Sin embargo hay
otros que son leales, más no gratos, lo cual hace creer que su lealtad es “a la
fuerza”, motivada quizás por la necesidad de un trabajo, o por temor a algo.
Por otro lado hay también gentes que son
gratas, mas no leales, llevando su agradecimiento tan solo en sentimiento, mas
no en acción, ya que cuando reciben un favor dan un gracias tan grande que
retumba por todas partes, más al rato, cuando les corresponde dar señales de
lealtad, parece que mandan la gratitud al rincón de los olvidos, y su actitud
se vuelve bastante oportunista. Son los “Tarsucio, el desleal”, los que no
esperan a que su favorecedor salga por la puerta, para empezar a despotricar de
él.
La lealtad eleva al hombre a un ‘Olimpo” de
solidaridad y amistad, en el cual apoya sin condiciones a quien le ha servido,
especialmente cuando este ha descendido de alguna posición de privilegio en la
que antes se encontrara. Es la amistad, tanto en la sabana larga, como en la
corta, o en el belén de la colina, del afecto sincero y especial.
http://ricardotribin.blogspot.com
Miami, Enero 30 de 2013
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