Con el aprecio de siempre, le agradecemos a nuestro amigo Tribin, su colaboración para el beneficio de nuestros lectores:
Un bello testimonio espiritual
Quisiera compartir una experiencia que viví
hace un tiempo y que me impactó muchísimo. Resulta que andaba de carreras pues
estaba preparando un viaje cuando, de un momento a otro, mis gafas se cayeron
del estuche en algún lugar fuera o dentro de mi casa. En ese momento se me
presentó algo imprevisto y las agarré con mi mano, dejándolas en la prisa en un
lugar que luego olvidé. Las busque por todas partes a mí alrededor y nada que
las encontraba. Ore con fe y le pedí a Dios que me las ayudara a ubicar y
seguí la búsqueda, sin desesperarme. Estando en esas dije en voz alta “El Señor
es muy lindo y eso (refiriéndome a las gafas) va a aparecer”, cuando de pronto
en el momento en que levanté mi cabeza las hallé frente a mí en un mueble de la
sala. Mi sorpresa fue tan grande y tan grande que solo dije con gratitud:
Gloria a Dios!
Lo curioso es que hacía poco había estado en
una magnifica conferencia en la que se habían tocado temas como: decisiones,
voluntad, poder de la voluntad, Dios, los cuales trato con suma elocuencia y
conocimiento una persona que hasta ese día no me parecía muy destacada
intelectualmente pero la que, en tal ocasión, me dio una lección maravillosa de
filosofía de vida. Estos dos hechos son una prueba fehaciente de que Dios obra
de manera misteriosa en las personas y que, cuando le pedimos con fe lo que es
justo, El no dudara un solo momento en concedérnoslo.
Miami, Noviembre 29 de 2012
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